miércoles, 20 de noviembre de 2013

Seguimos igual...

   La última revisión ha sido normal. He estado un par de meses temoso y algo asustado. No debería estarlo: estoy bien, no hay ningún síntoma, todo fluye correctamente... pero cuando se acerca la revisión no puedo evitar estar intranquilo. Aparecen estúpidos miedos, inevitables suspiros, incluso a veces me descubro buscando síntomas inexistentes: pruebas de visión, agudeza mental, ejercicios de coordinación, etc.. La misma tontería de todos los años que uno no puede evitar.

   La revisión, ya desde hace un par de años, consiste en una resonancia magnética cuyo resultado comparan con una de referencia de 2011: no se observan diferencias entre ellas, lo que me deja relativa y temporalmente tranquilo. Digo relativamente porque aunque no quiera y aunque lo lleve tan estupendamente, de vez en cuando sobrevuela la sombra de ¿cómo estarán mis pequeños aneurismas?... ¿habrán crecido?... ¿Se habrán movido alguno de los 3 stents que llevo?... ¿me habrán aparecido más aneurismas nuevos?...

   Ser consciente de que tengo 1 aneurisma que se rompió y que casi me cuesta la vida, otro que desapareció gracias a un stent, otros 3 o 4  que no crecen desde que les cubrieron con otros dos stents, y otros "al menos" 2 o 3 más pequeñitos que no se estimó necesario tratarlos, hace que de vez en cuando me acuerde de ello.

  Por otro lado, y siempre mirando el lado bueno de las cosas, esta situación me permite, de vez en cuando, reordenar mi lista de valores, lo que es un ejercicio bastante sano, y que deberíamos hacer todos: poner en primera línea lo que de verdad importa.

   Bueno, pues esta es mi entrada de este año. Espero que este blog ya sólo traiga buenas noticias como ésta.

Saludos,